Cómo envasar al vacío productos delicados y blandos
Instrucciones para envasar al vacío con bolsas y rollos gofrados
Envasado al vacío de pescado con el modelo Sico profesional S350
ENCUENTRA LA ENVASADORA QUE NECESITAS
Envasadoras al vacio para uso doméstico.
Para usar en casa debemos trabajar con una máquina al vacio denominada lateral o de succión que tienen la principal característica que trabajan siempre con bolsas gofradas o estriadas. Estas bolsas tienen en una de sus caras internas unos canales que permiten que el aire circule por los mismos y pueda ser absorbido por la bomba de aspiración de la máquina de vacío.
La variedad y cantidad de máquinas para usar en casa es enorme y los precios también. Se pueden encontrar desde 40 hasta 500 euros y como es lógico la diferencia entre unas y otras es enorme.
Para facilitar la elección hemos establecido tres categorías basándonos en los mas de 15 años de experiencia que tenemos y en los tres parámetros principales que diferencian unas de otras:
- La capacidad de depresión de la bomba de vacío, es decir la cantidad de vacío que puede llegar a hacer.
- La capacidad de succión en litros de aire.
- La capacidad de control de sellado y la anchura del mismo.
Envasadoras al vacío por aspiración de aire profesionales
Estas maquinas son perfectas para pequeños supermercados, charcuterías, restaurantes y para todos aquellos productos que se necesita envasar al vacío aunque no sean de uso alimentario.
Muchas veces necesitamos conservar sin que la humedad o el polvo hagan estragos libros, sellos, fotografías, albumes, monedas, antiguedades y cualquier objeto que necesitemos preservar de las inclemencias del tiempo, el agua, los insectos, etc.
Son envasadoras que trabajan por aspiración externa (sin cámara de vacío), con bolsas gofradas normales así como para cocción a baja temperatura y recipientes de cristal o acero.
Muy útiles para conservar en recipientes tapas, comida cocinada, salsas, etc.
Envasadoras de vacío profesionales de campana
Las máquinas de campana son las habituales de carnicerías, restaurantes, supermercados y pequeños fabricantes de todo tipo de alimentos envasados que necesitan ser conservados al vacío para alargar el tiempo en que se pueden consumir en perfecto estado.
A diferencia de las máquinas domésticas y de las profesionales por aspiración exterior, estas envasadoras, llevan una cámara de vacío con una tapa de metacrilato transparente y se utilizan colocando la bolsa dentro de la misma, con la boca sobre la barra de sellado, y cerrando dicha tapa con lo que comienza el proceso de extracción de aire y seguidamente el sellado.
Si en las envasadoras que usamos en casa al extraer el aire la bolsa parece que se aplasta y encoje, en las máquinas de campana este proceso no se produce ya que el aire se extraer de la cámara completa lo que produce la descompresión de la misma. Al no haber aire dentro de la cámara la bolsa ni se encoje ni se aplasta. Una vez la bolsa se sella, se procede a introducir de nuevo aire dentro de la cámara y ahora si vemos como que se comprime y se encoje.
Esto que hemos indicado es muy importante porque si con una envasadora de uso doméstico no podemos envasar líquidos en bolsas, con una envasadora de campana si y esta es una de las diferencias más grandes entre unas y otras.
Una segunda diferencia sería las bolsas que utiliza cada tipo de máquina. Las más sencillas, las de aspiración externa, trabajan con bolsas gofradas mientras que las más completas, la de cámara de vacío trabajan con bolsas lisas.
Además hay muchas ocasiones que se trabaja con alimentos o productos delicados o blandos que no se pueden apretar porque se deforman o estropean. Para ellos existe la solución (y se usa mucho) de usar gas inerte.
El gas inerte no es más que una botella de nitrógeno o de anhídrido carbónico, o una mezcla de los dos que se inyecta dentro de la cámara de vacío nada más sacar el aire y antes de hacer el sellado. De este modo conseguimos quitar el oxigeno, que es el gas que oxida y envejece los alimentos, e inyectar un gas inocuo que permita que el alimento no se apriete o se deforme. Imaginemos unas croquetas, una masa de pizza o una tortilla. Si las envasamos normalmente, al hacer el vacío la bolsa quedará totalmente apretada y todo lo que haya dentro estrujado y muchas veces desecho. Si al hacer el vacío hemos introducido una cantidad de gas este problema desaparece y la presión exterior no puede dañar lo que hay dentro.